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Actualmente, en la situación socioeconómica en la que estamos inmersos, se puede llegar a pensar que llevando a cabo algunos ajustes, y dejando a la empresa como espectadora a “ver pasar los toros desde la barrera”, la situación no empeorará. Nada más lejos de la realidad. Es momento de ajustes, efectivamente… pero también de invertir, y de invertir con criterio.
El comercio electrónico sigue su crecimiento imparable en España. A pesar de una crisis que ha hecho retroceder en los sectores más emblemáticos de la economía española, como el sector inmobiliario, las ventas de automóviles o la facturación del sector hostelero, hay un negocio que sigue creciendo: las ventas por Internet.
Y en Internet, si no te mueves, estás retrocediendo. Todas las empresas nos movemos en un entorno en constante evolución, en el que las preferencias de clientes y usuarios cambian y nuestra competencia, consciente de ello, se adapta rápidamente a estas.
Hasta la llegada de la web 2.0, casi todas las webs, ofrecían información muy básica. El comercio electrónico era el gran desconocido, y quien lo conocía no se atrevía a implementarlo, por la mala prensa que a nuestro juicio, injustificadamente se ha hecho. Pero las cosas cambian, afortunadamente. Hoy en día, hay una gran seguridad en torno a las transacciones comerciales, realizadas a través de medios electrónicos.
Sirva de muestra, un cuadro comparativo para mostrar las diferencias entre el comercio electrónico y el comercio tradicional, que muestran los puntos débiles y fuertes de cada uno de ellos.
| COMERCIO TRADICIONAL | COMERCIO ELECTRÓNICO |
|---|---|
| Proceso de compra más lento | Proceso de compra más rápido |
| Trato personal | Interacción virtual |
| Inversión más elevada | Inversión más baja |
| Visitas limitadas al entorno físico | Visitas globales, no limitadas al entorno físico |
| Menor fraude en los pagos | Mayor fraude en los pagos |
| Venta limitada al horario comercial | Venta activa permanentemente |
Si estudiamos esta comparativa, vemos que hay muchas opciones de éxito en la implantación de un comercio electrónico, y además a un coste mucho más reducido que haciéndolo a través de medios tradicionales.
Así pues, debemos de ofrecer una diferenciación con respecto a nuestra competencia, para que comprar nuestros productos a través de Internet, sea algo que los usuarios vean seguro, cómodo, rápido y fiable, ya que estos cuatro puntos, son los mayores obstáculos a la hora de realizar una venta por Internet.
- Seguro: Es imprescindible que nuestra página web sea segura. Para ello deberá implementar un certificado SSL, así como mostrar la información detallada de nuestra empresa (ubicación, razón social, etc.)
- Cómodo: El proceso de navegación y compra no tiene que ser complejo. Nuestro futuro cliente potencial, está dentro de un abanico en el que se contempla tanto usuarios avanzados, como usuarios noveles.
- Rápido: El proceso de logística y distribución será lo más corto posible. Las entregas largas “enfrian” un proceso de compra, en el que nuestra competencia está a un “click” de distancia.
- Fiable: La web debe ser ágil, rápida, sin errores. Para ello debe alojarse en servidores estables de altas prestaciones.
Teniendo claras estas premisas, nuestros consejos a la hora de crear una web de comercio electrónico de éxito son:
- Pensar mucho antes de contratar un nombre de dominio, para que este sea fácil de recordar.
- Ofrecer el producto a un precio inferior al de mercado. Hay que ser consciente que como hemos visto en el cuadro superior, tenemos muchos menos gastos de implantación que al montar una tienda a pie de calle, por lo que lógicamente podremos ofertar a precios más bajos.
- Eliminar, en la medida de lo posible, los gastos de envío. Es muy importante saber que 8 de cada 10 usuarios, no terminan sus compras online por los gastos de envío extras.
- Ofrecer un buen servicio de atención al cliente, tanto en el proceso de venta, contestando a correos de consulta, como en la postventa. Hacer las cosas mal en un entorno global como es Internet, puede hacernos perder muchas ventas y lo que es peor, la confianza hacia nuestra marca por parte de los usuarios.
- Tener una web cuidada, con un diseño, una navegabilidad y un funcionamiento impecable. Es imprescindible estudiar previo al lanzamiento la usabilidad de la tienda.
- Ofrecer una web compatible con los navegadores más usados, y muy importante, que sea compatible con móviles, ya que muchísimos usuarios compran a través de su smartphone.
- Analizar las estadísticas de uso de la web. Un estudio detallado, nos dará información sobre el retorno de usuarios, los productos más consultados y demás mediciones que nos facilitarán el camino al éxito.
Este pequeño listado de recomendaciones, contiene una serie de consejos muy fáciles de implementar a la hora de hacer una página web de comercio electrónico.
HACIENDO NÚMEROS
Cuesta pensar que hace tan sólo 10 años, se realizaban apenas un poco más de 100 millones de euros de ventas por este medio, y que en 2012 la facturación se estima que volverá a crecer un 38% respecto al 2011 para alcanzar los 12.000 millones de euros.
Cabe destacar que los ingresos generados por las compras de residentes en España en tiendas online españolas han superado a lo que los españoles gastamos en tiendas online extranjeras, y que los ciudadanos del resto de Europa fueron, con diferencia, los principales clientes de las tiendas online españolas, generando un 78,3% de la facturación de las tiendas online españolas.
Encabezábamos este post invitando a las empresas a invertir con criterio. Esperamos que este post haga replantearse a empresarios y autónomos, la inversión en un elemento tan importante como es una página web, y sobre todo en el comercio electrónico, un campo aun por explotar en el que se movieron sólo en España durante 2011 más de 9.000 millones de euros.